Director: Ventura Pons. Guión: Josep M. Benet i Jornet y Ventura Pons. Intérpretes: Josep Maria Pou, Rosa Maria Sardà, Mario Gas, David Selvas, Irene Montalà. 90 min. Adultos.
Ventura Pons sigue fiel a su nueva línea (El por qué de las cosas, Caricias), de una rara originalidad, muy personal. Se trata de un cine intimista, documento de una determinada situación anímica. Vidas atacadas de soledad, amorales, frustradas por falta de amor, desesperadas. Amigo/Amado muestra, situándolos en la Barcelona actual, a un catedrático soltero al que diagnostican una enfermedad mortal, otro catedrático amigo y su mujer, la hija de ambos que ha quedado embarazada de un compañero de universidad, y este estudiante, David, que será el hilo conductor en todas estas vidas.
Basado en la obra teatral Testamento, de Josep M. Benet i Jornet, el guión, sin ocultar su origen, está construido como un mosaico, alternando -en general con buen ritmo- los lugares, la presencia de los personajes y sus conflictos; lo cual le da una suficiente movilidad y suspense cuasi-cinematográficos. Todas las historias, entrecruzadas o no, suceden al mismo tiempo, y en un día, desde la mañana a la noche.
A pesar de la amoralidad de los personajes, se invoca y se desea una moralidad y una trascendencia. David gana dinero como chapero, y es llamado por su catedrático enfermo de muerte -a través de un anuncio anónimo- para que ejerza sus servicios homosexuales; ha sido también alumno del otro catedrático, que lo odia, y lo odia más al saber que es quien ha dejado embarazada a su hija. Sólo el pausado ritmo, la calidad del texto y la estupenda actuación de los actores hace creíble tanto casual destino. La madre de la estudiante embarazada pretende convencer a su hija para que aborte; le cuenta su inmoral vida, sus dos abortos, con forzada naturalidad y hasta jovialidad y, al hacerlo, advierte su propio vacío y desesperación. Etc.
Esa invocación a la moralidad y a la trascendencia están en la misma falta de alegría, en la negrura de estas vidas. Y el deseo de vivir según la dignidad de la persona, el deseo de amor verdadero, de Dios… está expresado -no sólo pero principalmente- en el último ensayo escrito por el catedrático enfermo, que es también otra especie de hilo conductor, no tanto argumental, sino constante presencia de remoción anímica de los personajes, testamento y experiencia de quien erró el camino. Testamento recogido por David y la joven estudiante.
Película minoritaria ésta, dura y amarga, pero de inusual hondura en el campo crecido de tanta superficialidad humana; tanta, que ni siquiera ha llegado a percibir ni un leve toque de angustia por su propio y abismal vacío.
Pedro Antonio Urbina