Director: Irwin Winkler. Intérpretes: Robert De Niro, Jessica Lange, Cliff Gorman.
Al mismo tiempo que reescritura de Night and the City (1950), del francés Jules Dassin, es un explícito homenaje a la figura de este realizador americano casi europeo. Entonces interpretada por Richard Widmarck y Gene Tierney, en Londres, y en una atmósfera de violencia, desolado patetismo y un aliento lírico en la pareja protagonista, tiene en esta versión actual decisivos cambios.
Irwin Winkler, director de Caza de brujas, también con Robert De Niro y el mismo guionista, ha hecho esta película para mayor gloria del gran actor que es De Niro, y que da aquí una muestra más de su perfecta versatilidad en su papel de marrullero abogado de barrios bajos, que quiere salir de su sórdido mundo y ser alguien. Pero la tal vez excesiva atención de la cámara a este actor perjudica el trabajo coral y el retrato de conjunto, se pierden matices, que el boxeo, y sus trampas y gangsters, que los bares, que el barrio neoyorkino, como co-protagonistas, podrían dar. Sobre todo la compañera sentimental (Jessica Lange) del ambicioso abogadillo, que se queda en una presencia inconcreta.
Así, la historia no alcanza toda la hondura que parece pretender, todo el patetismo de unos pobres seres que, aun en su inmoralidad, y quizá más por ella, despiertan piedad.
Pedro Antonio Urbina