Esta película se basa en un hecho real acaecido en Estados Unidos en los años 40 y más tarde recreado en una película de serie B, fría y sobrecogedora, de cuyo guión el de Profundo carmesí parece un calco. Una enfermera gorda y un don juan de medio pelo se hacen pasar por hermanos, y miembros de una organización religiosa; el don juan seduce a mujeres solitarias, las desvalijan y las matan. El traslado que hace Ripstein a la sociedad mexicana de 1949, resulta poco creíble. Además, casi todo se le va en estampas de color, hace una estética de la sordidez, en la que sus personajes quedan más como muñecos necesarios para el cuadro que como retratos de maldad.
Pedro Antonio Urbina