En los años 60 un niño descubre Jumanji, un misterioso juego de mesa. Al empezar una partida, desaparece tras caer en una determinada casilla. Tres décadas después, dos chavales reanudan la partida interrumpida. A medida que progresa el juego, animales selváticos de todo tipo salen del tablero invadiendo el mundo real. Para detener el caos deberán llevar la partida hasta el final, sobreviviendo a numerosos peligros; les ayudará el niño, ya crecido, que quedó atrapado en Jumanji.
Joe Johnston, especialista en films familiares con abundantes efectos especiales (Cariño, he encogido a los niños, Rocketeer, El guardián de las palabras) dirige su mejor película. Cuenta con un argumento ágil y atractivo, transformado en guión sólido, con todos sus cabos bien atados. Que los efectos visuales sean prodigiosos o que se cuente con un reparto de calidad pueden explicar en parte la solidez de Jumanji. Pero viendo otros films recientes sin alma, que contaban en principio con las mismas ventajas, hay que concluir que imaginación y sentido narrativo son las claves del éxito del film.
José María Aresté