Indigesto estofado gore con ingredientes de Bonnie and Clyde, Corazón salvaje, Asesinos natos y Abierto hasta el amanecer. Adapta una novela de Barry Gifford sobre las violentas andanzas, entre México y EE.UU., de un visionario santero mexicano y una chicana sin escrúpulos. Bien rodado e interpretado, el film naufraga por las demenciales motivaciones de los personajes. Además, el ritmo se empantana continuamente, pues Alex de la Iglesia (Acción mutante, El día de la bestia) se recrea en los pasajes más nauseabundos. Resulta lamentable que la película más cara de la historia del cine español sea este inaguantable y a ratos vomitivo festival de sangre, sexo y vísceras.
Jerónimo José Martín