Director: Griffin Dunne. Guión: Robert Gordon. Intérpretes: Meg Ryan, Matthew Broderick, Kelly Preston, Tcheky Karyo. 100 min. Adultos.
Novia compuesta y sin novio; novio compuesto y sin novia. Los traidores conviven juntos y los burlados reclaman venganza. Ellos mismos acabarán enamorándose.
La película se vende como romántica, pero la empapa un tono zafio y poco sofisticado, sobre todo en el tratamiento del sexo y de las relaciones afectivas. Y la venganza tampoco casa con el romanticismo.
En su estreno como director, el actor Griffith Dunne repite el tono de su film más famoso, ¡Jo, qué noche! de Martin Scorsese, con un aire alocado, muy visual. Pero confunde alocado o de enredo con caótico, poco ingenioso, mal estructurado y peor narrado. Ni el guionista le da un buen material, ni los actores le salvan la función.
José María Aresté