Director: Goran Paskaljevic. Guión: Goran Paskaljevic, Dejan Dukovski. Intérpretes: Aleksandar Bercek, Milena Dravic, Nebojsa Glocovac, Mirjana Jokovic, Mirjana Karanovic. 100 min. Adultos.
Tras nueve películas de notable calidad, el serbio afincado en París Goran Paskaljevic recibió el reconocimiento internacional en 1995 con su filme La otra América, premiado en los festivales de Cannes y Valladolid. Ahora ha repetido éxito de crítica con El polvorín, Premio de la Fipresci en el Festival de Venecia de 1999.
El guión se basa en la obra teatral homónima, escrita por Dejan Dukovski durante la guerra de Bosnia. El propio autor y Paskaljevic, con la ayuda de otros dos guionistas, han decidido trasladar la acción al Belgrado actual, para mostrar cómo las heridas abiertas por ese cruel conflicto siguen abiertas en Serbia, y para reflejan la violencia que late entre los pueblos balcánicos. Esa violencia desesperada, mezclada con un negro sentido del humor cercano, en su expresión casi surrealista, al de Emir Kusturica, se encarna en una serie de personajes corrientes que, por diversas circunstancias, convierten una noche cualquiera de Belgrado en una infernal espiral de locura.
Dice Paskaljevic que «la risa es el último recurso de los desesperados». Y en torno a esa idea ha intentado articular su película. Gracias a una puesta en escena de inusitado vigor visual, a la intensidad de las interpretaciones asumidamente histriónicas y al original empleo de la música, el film arranca de vez en cuando alguna risa. Sin embargo, se impone finalmente un incómodo y forzado fatalismo, del que los personajes no tienen escaparatoria. De modo que la sonrisa queda en rictus, y el humor negro se transforma en un durísimo y descarnado exabrupto contra la hedonista irracionalidad de un pueblo sin norte, que ha perdido cualquier sentido moral.
Jerónimo José Martín