En su primer largo, el limeño Javier Corcuera ha contado con la ayuda de Elías Querejeta como productor, y del propio Querejeta y Fernando León de Aranoa en la escritura del guión. Se compone de tres reportajes que afrontan otras tantas situaciones de degradación humana, social y política.
El primer reportaje, El Niño, sigue los pasos de Guinder, un espabilado y encantador chaval de 11 años, que malvive con su numerosa familia en una chabola de la periferia de Lima. De su mano se da a conocer el duro trabajo de los picapedreros, al que se ven abocados muchos menores de la zona. El segundo fragmento, La Palabra, es un homenaje a Leyla Zana, la primera mujer kurda que llegó a ser diputada en el parlamento turco. Su marido, exiliado en Suecia, y sus familiares recuerdan el drama de esta mujer que lleva 6 años en una cárcel de Ankara, cumpliendo una condena de 15 años por motivos políticos. Finalmente, en La Vida, la cámara, guiada por un condenado, se adentra en el corredor de la muerte de una cárcel de Texas, para mostrar sin concesiones la deshumanización que conlleva la pena capital.
Filmados con desnudo y poético realismo, y magistralmente montados, estos reportajes rezuman humanidad; y, a pesar de sus inevitables carencias y parcialidades, plantean una reflexión inteligente, emotiva y nada panfletaria sobre tantas violaciones de los derechos humanos que aún perviven en muchos países, incluso de los más avanzados.
Jerónimo José Martín