Director: E. Elias Merhige. Guión: Steven Katz. Intérpretes: John Malkovich, Willem Dafoe, Catherine McCormack, Udo Kier, Ronan Vibert, John Gillet. 92 min. Jóvenes-adultos.
En 1921, F.W. Murnau rodó una de las primeras versiones de la novela Drácula, de Bram Stoker. Con el fin de no pagar los derechos de autor a la viuda, Murnau modificó algunos elementos de la historia, como el nombre del vampiro a quien llama -Nosferatu-, las localizaciones y los nombres de los protagonistas. La sombra del vampiro es una fantasía sobre el rodaje de esta primera gran obra de Murnau: Steven Katz, guionista del film, imagina que el actor Max Schreck, que interpretó el papel de Nosferatu en la película original, sería un auténtico vampiro que Murnau localizó por casualidad y a quien persuadió para que colaborara en su película, ofreciéndole a cambio el cuello de Greta, la actriz protagonista.
La sombra del vampiro se puede ver como un hermoso documental sobre la manera de hacer cine en los años veinte; y, sin duda, lo mejor de la película son los momentos en los que el equipo, a las órdenes de Murnau, rueda Nosferatu, mezclando escenas originales de la película con otras rodadas para la ocasión. La otra historia, la del auténtico vampiro, no deja de ser una pequeña tontería que, de haber estado más elaborada, habría dado lugar a un buen film de terror; pero se queda en un simple e inocente disparate.
Hay que agradecer al director la elección de un tempo narrativo lento, que evita el ambiente de misterio y prima el reportaje de época. También destacan los muchos toques de humor del guión, así como las excelentes interpretaciones de todo el reparto, especialmente de John Malkovich y Willem Dafoe, este último candidato al Oscar al mejor actor de reparto. Los interesados y expertos en el cine de Murnau disfrutarán más que los no iniciados; pero la película es agradable para el gran público.
Fernando Gil-Delgado