Director: Kevin Lima. Guión: Kristen Buckle, Brian Regan (II) , Bob Tzudiker y Noni White. Intérpretes: Glenn Close, Gérard Depardieu, Ioan Gruffudd, Alice Evans, Tim McInnerny, Ben Crompton. 98 min. Todos.
102 dálmatas no engaña a nadie: es la continuación del remake del clásico de animación, que la Disney produjo hace cuatro años con actores reales. De aquel éxito de taquilla ha conservado la historia, los perros, la actriz principal, Glenn Close en el papel de Cruella, y la magistral canción Cruella de Vil que sigue funcionando a pesar de tener ya medio siglo. Esta continuación ha sido dirigida por el prestigioso animador Kevin Lima (Tarzán), y quizá sea mejor película que su precursora, aunque no pueda alegar originalidad.
A pesar de continuar la misma historia, los guionistas han logrado no repetirse demasiado, gracias a un gracioso punto de partida: Cruella ha sido rehabilitada, y quiere dedicar su vida a luchar en pro de los derechos de los animales. Chloe (Alice Evans) es su agente de la libertad condicional. Su novio tiene un hogar para perros descarriados y un guacamayo insolente y parlanchín, que se cree perro y servirá de interlocutor animal al modo del Dr. Doolitle.
Por otra parte, la película cuenta con Gérard Depardieu como cómplice villano y con una amplia gama de gags visuales. Y, aunque repite la fórmula triunfadora del original -secuestro de cachorros, evasión, diálogos perrunos…-, no es un simple calco, y recurre todavía más a las comedias clásicas de golpes y payasadas, con una última media hora trepidante y algo cruel.
Aunque se trata de una película destinada al público infantil, salvo en algún detalle menor, es muy aceptable para adultos, particularmente para los fans de Glenn Close.
Fernando Gil-Delgado