Director y guionista: Stephen Sommers. Intérpretes: Brendan Frazer, Rachel Weisz, John Hannah, Freddie Boath, Arnold Vosloo, Oded Fehr, Patricia Velasquez. 135 min. Jóvenes.
Hay un cine popular, hecho para que el espectador, convertido en niño, se deje llevar por la magia de las imágenes. Cuando los realizadores logran su objetivo hay que descubrirse ante ellos, aunque al resultado no se pueda calificar de obra maestra. Es el caso de El regreso de la momia, que mejora sin duda la primera parte.
Otra vez, la familia O’Connell -Evelyn, Rick, su hijo Alex y el inconsciente cuñado Jonathan- tiene que salvar al mundo y devolver al reino de los muertos al hechicero Inhotep, a su adúltera amante Anck Su Namun y al siniestro Rey Escorpión. El sentido de la maravilla funciona perfectamente gracias a los alardes constantes de los efectos visuales. La acción es trepidante, y alcanza un momento antológico durante la persecución en Londres a bordo de un autobús de dos pisos. Además, el antes cínico protagonista se parece cada vez más a Indiana Jones: generoso, familiar, con amigos…; en fin, un auténtico héroe. La gran batalla final ofrece, además, momentos de auténtica grandeza épica. Y es que Sommer se reconoce discípulo de Lucas y Spielberg, y a las películas de sus maestros dedica numerosos guiños.
Fernando Gil-Delgado
