Oxford anunció la semana pasada que el multimillonario estadounidense Stephen Schwarzman va a donar a la Universidad 150 millones de libras, lo que supone el mayor donativo de una persona individual “desde el Renacimiento”. No es el único donativo extraordinario en la enseñanza superior británica en este año. Cambridge recibió el pasado febrero una donación de 100 millones de libras de la fundación del financiero británico David Harding, lo que supone la mayor aportación de un filántropo británico en la historia reciente.
Es tradicional, tanto en EE.UU. como en el Reino Unido, que antiguos alumnos hagan donaciones a las Universidades donde estudiaron. Es el caso de Harding, que estudió física en Cambridge, para luego dedicarse a las finanzas. En cambio, Schwarzman no estudió en Oxford, sino en Yale y luego hizo un MBA en Harvard Business School. Ambos coinciden en haber hecho sus fortunas en las finanzas. Schwarzman es cofundador y CEO de Blackstone, uno de los principales fondos de inversión a escala mundial. Harding tiene el fondo de inversión Winton Capital.
Aparte de su cuantía, la donación de Schwarzman ha llamado la atención porque ha querido destinarla a la investigación en humanidades. En el comunicado publicado por la Universidad de Oxford se dice: “En una época en que se hacen grandes inversiones en la investigación científica y tecnológica, esta donación reconoce el papel esencial de las humanidades para afrontar y dar respuesta a cuestiones fundamentales del siglo XXI”.
Dentro de la investigación en humanidades, Schwarzman quiere financiar un Instituto para la Ética en Inteligencia Artificial, pues considera que esta va a cambiar el mundo en que vivimos. “Hay una verdadera necesidad de controlar la introducción de estas tecnologías para bien de la sociedad, y pienso –ha declarado Schwarzman– que Oxford tiene unas características únicas por su trabajo en humanidades y filosofía para complementar el hard que los científicos están desarrollando en todo el mundo”.
En el comunicado de la Universidad se dice: “Así como las humanidades ayudaron a guiar el debate en la ética médica hace 30 años, más esencial incluso es proporcionar un marco ético para el desarrollo de la inteligencia de las máquinas, para responder a la creciente automatización del trabajo y al uso de algoritmos en todos los sectores de la vida”.
El dinero será utilizado para crear el Schwarzman Centre for the Humanities, donde –por primera vez en la historia de la Universidad– confluirán estudios de filosofía, inglés, filología, historia, música, religión, en un nuevo edificio. Actualmente el 25% de los alumnos de Oxford cursan estudios de humanidades, y la Universidad quiere potenciar este campo con la donación de Schwarzman.
Por su parte, la Fundación David y Claudia Harding quiere que su donación de 100 millones a Cambridge se dedique a financiar a los estudiantes de postgrado. La Universidad prevé que cuando el programa esté plenamente financiado podrá mantener a 100 estudiantes de doctorado a la vez. Las becas serán para estudiantes de cualquier disciplina. Parte de los fondos se destinarán a promover el acceso de estudiantes de ambientes desaventajados.
Oxford y Cambridge son las universidades más ricas de Inglaterra, y las donaciones ahora recibidas ampliarán la diferencia con otras universidades. Por eso, algunas voces han apuntado que estos gestos de filántropos serían más útiles si beneficiaran a universidades que lo necesitan más.