El discurso del freno a la inmigración es rentable en la actual política europea, tanto para los partidos tachados de xenófobos como para los progresistas estilo Macron que deben demostrar su firmeza. Pero el problema demográfico más acuciante no es la llegada de inmigrantes, sino la escasa natalidad europea.
Aunque nadie propugna hoy una política de puertas abiertas, hay que cuidar el lenguaje y los motivos que se invocan. Por no tenerlo en cuenta, ha provocado un escándalo mediático el italiano Attilio Fontana, candidato de la Liga Norte a presidente de la rica región de Lombardía en las próximas elecciones del 4 de marzo. En un país que en los dos últimos años ha visto llegar a sus costas 300.000 inmigrantes –en muchos casos, hacinados e…
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