Breves notas sobre algunas películas que se estrenan el 3 de noviembre.
American Assassin
Director: Michael Cuesta. Guion: Stephen Schiff, Michael Finch, Edward Zwick, Marshall Herskovitz. Intérpretes: Dylan O’Brien, Michael Keaton, Taylor Kitsch, Shiva Negar, Sanaa Lathan. 105 min. Jóvenes. (V)
Las películas contemporáneas sobre la respuesta al terrorismo se dividen en dos tipos: las que solo quieren entretener y recurren al manual del cine de subgénero espías contra terroristas, y las que se acercan a una temática oscura y siniestra que afecta a todo el planeta construyendo un buen relato que, siendo ameno, resulte verosímil y por tanto inquietante.
American Assassin intenta ser de las segundas, como la excelente El hombre más buscado, pero pasado el primer acto, se entrega sin rubor a un carnaval de frívolas piruetas de película de acción sin el más mínimo carisma, llena de bobos clichés. Alberto Fijo.
Enganchados a la muerte
Flatliners
Director: Niels Arden Oplev. Guion: Ben Ripley, Stephen Susco y Peter Filardi. Intérpretes: Ellen Page, Diego Luna, Nina Dobrev, Kiersey Clemons, James Norton, Kiefer Sutherland, Daniela Barbosa, Charlotte McKinney, Beau Mirchoff. 108 min. Jóvenes-adultos.(XVD)
Traumatizada por una dolorosa pérdida, una estudiante de Medicina se obsesiona con saber qué hay después de la muerte. Así que inicia un temerario experimento con otros cuatro compañeros. Se provocarán controladas muertes clínicas, parándose el corazón durante varios minutos, y reactivándolo después. Sufrirán así experiencias paranormales o sobrenaturales, relacionadas con los traumas de cada uno.
Este remake de Línea mortal (1990), de Joel Schumacher, no aporta nada nuevo y no logra su propósito de mantener angustiado al espectador, quizá porque cuesta empatizar con los arquetípicos personajes, a pesar de los interesantes conflictos de varios de ellos –en torno a la redención de culpas pasadas– y del esfuerzo de un notable reparto, liderado por Ellen Page y Diego Luna. Tampoco el sueco Niels Arden Oplev (Los hombres que no amaban a las mujeres) depara sorpresas en su funcional puesta en escena, pobre en sus efectos visuales y sin las referencias religiosas del filme original. Jerónimo José Martín.