El coste de los medicamentos es una losa para los presupuestos de la sanidad pública. Algunos culpan a las grandes farmacéuticas de anteponer sus intereses comerciales a las necesidades de la población. Pero existen formas de reducir los precios sin sacrificar la investigación.
Genéricos y biosimilares
Los medicamentos genéricos y biosimilares son productos que copian –totalmente los primeros, parcialmente los segundos– otros ya existentes cuando ha expirado la patente, habitualmente a los 20 años. Su producción es más barata que la de las medicinas originales. Se calcula que el gasto se reduce en un 40% en el caso de los genéricos, y entre un 20% y un 30% en el de los biosimilares.
En los últimos años han surgido iniciativas para elaborar…
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