Terminada la recesión, la economía ha pasado varios años creciendo, y el paro bajando, sin que, paradójicamente, la recuperación llegara a los salarios. Al fin, la anomalía se corrige en varios países, y los más beneficiados son los trabajadores que más perdieron con la crisis.
Que la recesión haya pasado y los sueldos sigan estancados es explicable en países como España. Es verdad que la economía española registra el segundo mayor crecimiento de la zona euro (+3,1%), después de Austria. Pero, a la vez, adolece de un paro aún muy alto (17,2%), de suerte que las empresas no necesitan ofrecer mucho para captar o retener empleados, y menos en puestos de baja cualificación. La llamada curva de Phillips refleja esta relación inversa del desemple…
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