Pese a las dificultades políticas internas que pueda causar el arribo de inmigrantes a los países de la Unión Europea, el bloque comunitario los necesita para evitar una fuerte pérdida de población. Así lo advierte The Economist, a propósito de las últimas previsiones de Eurostat.
Concretamente, el crecimiento poblacional registrado en 2016 en la UE se debió exclusivamente a la inmigración. El número de nacimientos y defunciones se igualó en 5,1 millones, y solo la llegada 1,5 millones de extracomunitarios rompió ese equilibrio. De hecho, en 13 de los 28 estados miembros hubo más defunciones que nacimientos. Solo por los grandes volúmenes migratorios que ha recibido últimamente Alemania (fundamentalmente refugiados sirios) y un pequeño incremento en las entradas a Finlandia y Polonia se registró un saldo positivo.
Para 2050, se estima que solo Irlanda, Francia, Noruega y Gran Bretaña (la penúltima no es miembro de la UE, y la última dejará de serlo muy pronto) tendrán crecimiento natural positivo. Por el contrario, Alemania e Italia, sin inmigrantes, perderán respectivamente el 18% y el 16% de su población actual.
En el caso de España, que cuenta 46,5 millones de habitantes, la inmigración puede hacer crecer la población hasta los 49,3 millones en las tres próximas décadas. Si, en cambio, las nuevas llegadas se congelaran, bajaría a 44 millones.
El panorama es bastante más oscuro en los países del antiguo bloque comunista, que han estado perdiendo población desde la desintegración de la Unión Soviética, en 1991. Cuando esas naciones se unieron a la UE, muchos de sus ciudadanos emigraron hacia los miembros más ricos para trabajar, y la mayoría de ellos se quedó allí. Letonia, por ejemplo, es uno de los que peor proyección tiene de aquí a mitad de siglo: sus actuales 2 millones de habitantes quedarán en 1,5 millones si no recibe inmigrantes; pero incluso el saldo migratorio positivo que cabría esperar solo bastaría para frenar el descenso en 1,8 millones. Un declive asegurado, igual que el que espera a checos, eslovenos, eslovacos, croatas, etc.