En el debate sobre las nuevas metodologías educativas no suele haber término medio: hay quienes las consideran una moda sin mucho contenido e incluso perjudiciales para la enseñanza, y quienes piensan que son la única tabla de salvación para un sistema anquilosado. Alfredo Prieto, de este segundo grupo, explica lo que, en su opinión, tiene que cambiar. La clave: que el estudiante no sea un sujeto pasivo en el proceso de aprendizaje.
— El discurso de la nueva pedagogía propone una educación “centrada en el alumno”. Sin embargo, nadie –o muy pocos– están pensando en que el estudiante escoja lo que tiene que aprender, o en que haya que evaluar a cada uno de forma diferente. ¿Cómo conjugar la personalización del aprendizaje con asegurar unos c…
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