La noticia fue reproducida rápidamente por los medios el pasado 27 de abril: una mujer había sido detenida en Santander tras haber pegado un cachete y zarandeado a su hija de 10 años. La chica había salido del colegio y se había retrasado dos horas en llegar a casa, lo que motivó la alarma de la madre y su airada reacción. Un vecino llamó a la policía y la mujer terminó en comisaría.
Si la oficina policial, en vez de en la capital cántabra, hubiera estado en Noruega, ya la arrestada podía despedirse de su hija. En el país nórdico, el Barnevernet (Servicio de Bienestar Infantil) es muy ágil para retirar la custodia a los padres al menor signo de violencia. Y tanto, que a veces se pasa.
Una información de BBC señala varios casos en que los pr…
Contenido para suscriptores
Suscríbete a Aceprensa o inicia sesión para continuar leyendo el artículo.
Léelo accediendo durante 15 días gratis a Aceprensa.