La imagen de un primer ministro occidental recibiendo con flores a un grupo de refugiados no es algo que esté en la memoria de muchos. En Europa quizás no, pero sí en Canadá, a donde han arribado, desde diciembre de 2015, 26.166 personas que han huido del azote de la guerra en Siria.
Un 52% de los canadienses apoya el gesto humanitario hacia los refugiados sirios, mientras que un 44% lo desaprueba
La noticia es que, mientras los Estados europeos no saben qué hacer con los cientos de miles de rostros que esperan, pegados a las alambradas, la mínima oportunidad para continuar paso hacia el norte –de preferencia, a Alemania–, el gobierno canadiense acaba de anunciar su disposición a recibir este año a otros 30.000 refugiados políticos más, p…
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