Egipto, el país con la mayor tasa de infectados por hepatitis C, es un buen campo de pruebas para ensayar cómo suministrar medicinas caras a países pobres. Lo han hecho, mediante acuerdo con el gobierno, unos laboratorios farmacéuticos norteamericanos. Sin embargo, la solución es objeto de críticas por parte de distintas ONG: dicen que el aparente altruismo de la empresa esconde una maniobra para controlar el mercado y que impone condiciones abusivas a los pacientes egipcios.
Según la OMS, alrededor de medio millón de personas mueren cada año por lesiones derivadas del virus de la hepatitis C (VHC) –cirrosis y cáncer de hígado, en especial– y 150 millones están infectadas.
El país más golpeado por esta enfermedad es Egipto, donde se estima…
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