Después de seis años de tensiones, ha concluido el examen doctrinal del Vaticano sobre la mayor organización de religiosas estadounidenses, la LCWR (Leadership Conference of Women Religious). Lo que se presentó como un motivo de enfrentamiento y casi de una ruptura anunciada, ha tenido un happy end. El “informe conjunto” firmado por las partes se felicita del modo en que se ha llevado a cabo el examen y señala algunos puntos en que la LCWR se compromete a hacer reformas.
El proceso de revisión de la LCWR por parte de los obispos comenzó en febrero de 2009. Terminada la fase instructoria, en abril de 2012 la Congregación para la Doctrina de la Fe (dirigida entonces por el cardenal estadounidense William Levada), publicó un documento en el que se decía que “la actual situación doctrinal y pastoral de la LCWR es grave y es materia de seria preocupación”. Entre otras cosas, señalaba “posturas inaceptables” expresadas por algunas de sus exponentes sobre la divinidad de Jesucristo y la Iglesia, así como pronunciamientos colectivos contrarios a las enseñanzas del Magisterio sobre la ordenación de mujeres y la homosexualidad. En programas y actividades patrocinadas por la LCWR, el análisis de la Congregación detectaba la prevalencia de un “feminismo radical” incompatible con la doctrina católica.
Por estos motivos, la Santa Sede nombró una comisión, dirigida por el arzobispo de Seattle, James P. Sartain, que trabajaría junto con los organismos directivos de la LCWR, para hacer las reformas necesarias. Este es el proceso que ahora ha concluido con la publicación de un breve informe conjunto, que señala los puntos fundamentales de la revisión.
Se han revisado los estatutos para clarificar el papel de la Conferencia de religiosas como “una persona jurídica pública centrada en Jesucristo y fiel a las enseñanzas de la Iglesia”
Estatutos de la LCWR. Los estatutos han sido revisados para clarificar el papel de la Conferencia como “una persona jurídica pública centrada en Jesucristo y fiel a las enseñanzas de la Iglesia para llevar a cabo a través de sus miembros y en colaboración con otras hermanas aquellos servicios que desarrollen la vida y la misión de las religiosas en respuesta al evangelio en el mundo de hoy”. Los nuevos estatutos fueron aprobados por la Asamblea de la LCWR en 2014 y refrendados por la Santa Sede en febrero de 2015.
Publicaciones y programas. Otra serie de reproches que el documento de 2012 hacía a la LCWR se referían a sus publicaciones, sus programas de formación y a los personajes invitados a las conferencias de las religiosas, en ocasiones teólogas que habían tenido problemas con la autoridad eclesiástica.
Respecto a las publicaciones, el informe dice que “se han tomado medidas para promover el rigor académico que asegure la precisión teológica y evite afirmaciones ambiguas respecto a la doctrina de la Iglesia o que pueden ser interpretadas como contrarias a ella”.
A estos efectos, se ha creado un comité asesor de publicaciones formado por “teólogos competentes, como medio para salvaguardar la integridad teológica de la Conferencia”.
Para la selección de los temas a tratar en las Asambleas y otros eventos patrocinados por la LCWR, se pide especial discernimiento, de modo que los ponentes “respeten la fe de la Iglesia y planteen cuestiones para una ulterior reflexión de un modo que sugiera cómo la fe puede iluminar tales problemas”.
Otros temas. El informe conjunto menciona también otros temas que han sido tratados en el diálogo en estos años. Entre ellos, la importancia de la celebración de la Eucaristía (se dijo entonces que algunas comunidades no participaban regularmente en la Eucaristía por no poder aceptar que tenga que ser celebrada por un sacerdote varón); el lugar de la Liturgia de las Horas y de la oración en la vida de las comunidades religiosas; la relación de la LCWR con otras organizaciones y su papel como instrumento de comunión eclesial. El mero enunciado de los problemas abordados ya muestra que no son temas menores.
Al término de la reunión entre los representantes de la LCWR y de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el prefecto, el cardenal Gerhard Müller, dijo: “Al concluir este proceso, la Congregación confía en que la LCWR tiene claro que su misión es apoyar a los Institutos miembros promoviendo una visión de la vida religiosa que esté centrada en la persona de Jesucristo y enraizada en la tradición de la Iglesia”. La presidenta de la LCWR, Sharon Holland, también ha manifestado la satisfacción de las religiosas americanas.
El papa Francisco mantuvo un encuentro con una delegación de la LCWR el jueves, 16 de abril, tras la publicación del informe conjunto.