Austria legisla por un “islam europeo”

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El Parlamento austriaco aprobó el martes una modificación de la Ley del Islam, que data de 1912. Los titulares han destacado sobre todo las prohibiciones, aunque a la vez el texto refuerza ciertos derechos de los musulmanes para practicar su religión en el espacio público: ser atendidos por imanes en hospitales o el ejército, no asistir a clase en festividades islámicas o producir y consumir comida de acuerdo con su tradición.


Una versión de este artículo se publicó en el servicio impreso 22/15

No obstante, el foco de la noticia ha estado en la prohibición de que las mezquitas y otras instituciones islámicas, como algunas ONG y colegios, reciban financiación extranjera de forma regular (se admiten las donaciones esporádicas). Otras exigencias tienen que ver con el idioma: todos los clérigos tienen que saber alemán, y las clases de religión musulmana en los colegios públicos se impartirán en esta lengua (lo que ya se hacía en la práctica). En cambio, finalmente no se ha incluido la idea de redactar una versión alemana común del Corán, para su uso obligatorio en la escuela.

El principal órgano representativo de los musulmanes austriacos (el IGGIÖ) ha recibido la reforma con una mezcla de aprobación y críticas. En cambio, su rama joven y especialmente las autoridades turcas la han criticado duramente. Por un lado, entienden que la nueva ley discrimina a los musulmanes respecto a cristianos y judíos, cuyas instituciones sí pueden sostenerse con fondos extranjeros. Por otro, critican el tono de sospecha hacia el islam que, en su opinión, caracteriza el texto.

Los musulmanes en Austria tienen derecho a clase de su religión en la escuela pública y a ser atendidos por imanes en los hospitales y en el ejército

Un modelo de integración

Austria siempre se ha tenido por ejemplo de cómo integrar a la minoría islámica. A diferencia del modelo secularista francés, los musulmanes austriacos tienen garantizado por ley el derecho a recibir formación religiosa en las escuelas públicas. Los contenidos de la asignatura y la acreditación de los profesores están encomendados al IGGIÖ. Aunque esta institución está sujeta a un cierto control por parte del gobierno, en la práctica funciona de manera independiente. Por otra parte, el uso del velo en lugares públicos está completamente normalizado, y muchos musulmanes ocupan altos puestos en el funcionariado del país.

Los musulmanes (6% de la población) son la minoría religiosa más importante de Austria. La composición étnica de esta comunidad refleja las distintas olas migratorias: una desde Turquía en las primeras décadas del siglo XX, otra desde Bosnia a raíz de la guerra en los Balcanes, y últimamente una tercera desde países árabes, sobre todo Egipto.

Los turcos siguen siendo los más numerosos, y su influencia se deja notar en el establishment musulmán austriaco: muchas de las ONG islámicas del país y también una proporción importante de los imanes están directamente sostenidos por el gobierno de Turquía. De ahí que haya sido este país quien más ha criticado la nueva ley.

A pesar de que las relaciones entre la comunidad islámica y el resto de la población han sido tradicionalmente buenas, varios sucesos recientes han minado la confianza recíproca. En enero, el gobierno inició una investigación a una escuela musulmana acusada de utilizar manuales denigratorios contra los judíos. Hace unas semanas, el canciller, Werner Faymann, sugirió la idea de cerrar un centro para el diálogo interreligioso situado en Viena y financiado por Arabia Saudí. La razón es que sus autoridades no condenaron el castigo impuesto en ese país a un activista por los derechos humanos que, supuestamente, había insultado al islam. Por otra parte, el número de yihadistas que se han unido al Estado Islámico desde Austria es muy alto en relación al tamaño de su población musulmana.

La nueva ley austriaca prohíbe que las instituciones islámicas se sostengan con dinero extranjero y manda que los imanes hablen alemán

El recelo hacia lo islámico parece estar calando en la sociedad civil austriaca: en una encuesta reciente a la población nacional, el 58% decía percibir una radicalización de la comunidad musulmana del país.

El posible efecto negativo de la ley

Usama Hasan –profesor universitario, miembro de la Real Sociedad de Astronomía británica e imán a tiempo parcial– argumenta en un artículo para The Guardian que la ley austriaca puede tener efectos negativos para la integración del islam en Europa.

Hasan critica que la prohibición de recibir financiación extranjera se haga bajo el pretexto de fomentar un islam coherente con los “valores europeos”, cuando la misma ley viola la separación entre Iglesia y Estado (uno de esos valores) al sancionar una forma de intromisión estatal en la esfera religiosa. Además, esto podría provocar que desde el gobierno se apoye a una interpretación de la religión musulmana en perjuicio de otras, una situación típica en Turquía y que ha sido denunciada varias veces por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

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