Según estimaciones de UNICEF, la mortalidad infantil ha bajado casi un 50% desde 1990. Pero ese avance queda lejos del correspondiente Objetivo de Desarrollo del Milenio, que es reducirla en dos tercios para 2015. A la vista del último dato, parece que esta meta no se va a alcanzar hasta 2026.
El informe de UNICEF muestra que la tasa de mortalidad infantil (fallecimientos de niños menores de 5 años por mil nacidos vivos) en el mundo pasó de 90 en 1990 a 46 en 2013. Pero persisten tasas muy elevadas en el África subsahariana y en el sur de Asia. India y Nigeria cuentan entre las dos casi un tercio de las muertes de niños menores de 5 años que ocurren en el planeta. El récord mundial es de Angola, con 167 por mil.
UNICEF también destaca que la brecha en mortalidad infantil entre la población más rica y la más pobres se ha reducido en todas las regiones, a excepción de África subsahariana. Esta tiene ahora una tasa de 92 por mil, unas quince veces más que en los países desarrollados.
Gran parte del progreso se debe a medidas relativamente baratas, como vacunas, mosquiteras con insecticida o remedios contra la deshidratación
A la vez, el África subsahariana es la región donde más ha ha bajado la mortalidad infantil, que en 1990 era casi el doble de la actual: 177 por mil. El Dr. Mickey Chopra, jefe de los programas de salud de UNICEF, subraya que “el progreso ha sido espectacular, y los datos demuestran que el éxito es posible incluso para los países con pocos recursos”.
El informe atribuye este avance, en gran parte, a la prevención de enfermedades infecciosas en algunas de las regiones más pobres, mediante vacunas o el uso de mosquiteras con insecticida. También han sido eficaces los remedios contra la deshidratación de niños aquejados de diarrea u otros trastornos, así como las mejoras en la atención a las mujeres embarazadas. Son medidas relativamente baratas.
De todas formas, UNICEF subraya que todavía queda mucho camino por recorrer. Entre 1990 y 2013 perdieron la vida 223 millones de niños menores de cinco años, y aunque las muertes por enfermedades infecciosas ha descendido, las causadas por neumonía, diarrea y malaria siguen siendo muy altas. Para que siga bajando la mortalidad, es necesario concentrar esfuerzos en el primer mes de vida, que es el periodo con mayor número de muertes.
Otro de los Objetivos del Milenio es reducir a la mitad para 2015 la proporción de personas mal nutridas. Esto sí parece estar al alcance, señala otro informe reciente, de la FAO, pues se ha pasado del 18,7% de la población mundial en 1990 al 11,3% en 2012. La excepción es Iraq, donde la tasa ha aumentado en los últimos años. Las más elevadas, aunque no tanto como en 1990, se dan en Chad, la República Centroafricana y Etiopía.
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