La tregua de las pandillas sigue vigente en El Salvador, pero no es la solución al alto índice de criminalidad. Hay que trabajar en la rehabilitación de los pandilleros y en la prevención, opina el director de la Fundación Antidrogas, Jaime Zablah Siri.
Que en un país más pequeño que la provincia de Badajoz se produzcan 14 asesinatos diarios, deja muy en claro que se trata de una sociedad enferma de violencia. Es lo que sucede en El Salvador, tierra de innumerables bondades naturales y de gente hospitalaria, pero que lamentablemente suele suscitar más atención por la inseguridad —solo en mayo se reportaron 356 muertes—, muy relacionada con la acción de las pandillas o “maras”: la Salvatrucha y la Barrio 18, con las que el gobierno anterior …
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