Los Caballeros de Colón, una influyente organización católica surgida en Estados Unidos para promover actividades asistenciales, religiosas y culturales, han celebrado en Texas entre el 6 y el 8 de agosto su 131 convención nacional. La cita de este año se enmarcaba en una polémica de los últimos meses en los que la organización ha sido atacada por apoyar financieramente campañas a favor del matrimonio de siempre y del respeto a la vida.
Desde finales del siglo XIX, los Caballeros de Colón despliegan una inmensa labor asistencial dentro y fuera de EE.UU. Durante 2012, esta organización de laicos destinó 167,5 millones de dólares y más de 70 millones de horas de voluntariado a ayudar a discapacitados o personas duramente golpeadas por la crisis económica y los desastres naturales. Su proyecto más reciente es la apertura de un centro asistencial en Oklahoma City, donde unos 1.000 voluntarios ayudarán a reconstruir las casas destruidas por los tornados de junio.
La misma inspiración católica que lleva a los Caballeros de Colón a destinar millones de dólares para cambiar situaciones sociales dramáticas es la que les mueve a intervenir en los debates públicos sobre la vida, el matrimonio o la libertad religiosa. Pero no todos los que aplauden la generosidad de los Caballeros cuando se trata de dar dinero a los pobres o a los accidentados reciben con el mismo entusiasmo sus donaciones a favor del no nacido o del matrimonio entre hombre y mujer. Para los críticos de esta organización, su intervención en estos temas sería partidista y ajena a su misión.
Criticados por financiar… como los demás
En un blog político del New York Times, Laurie Goodstein se hacía eco de las críticas que han recibido los Caballeros de Colón por prestar apoyo financiero a la campaña a favor del matrimonio de siempre en EE.UU. Según un informe citado por Goodstein, entre 2005 y 2012 esta organización habría donado 6,5 millones de dólares para apoyar la aprobación en 12 estados norteamericanos de una enmienda constitucional que definiera el matrimonio solo como la unión de hombre y mujer.
Pero la periodista no menciona las donaciones millonarias que han hecho empresarios y políticos de éxito para que saliera adelante la legalización del matrimonio homosexual en algunos de esos estados. Solo en Washington, la campaña gay logró recabar más de 8,5 millones de dólares (cfr. Aceprensa, 26-11-2012). En este debate, se ve que solo los partidarios del matrimonio homosexual pueden destinar su dinero a la causa que les parece bien.
En la campaña de Minnesota, donde finalmente fue rechazada la enmienda constitucional a favor del matrimonio entre hombre y mujer, los Caballeros de Colón contribuyeron a financiar la distribución de un DVD en unos 400.000 hogares católicos. El DVD, que puede verse en dos partes en YouTube, se limita a explicar por qué el matrimonio solo puede ser la unión de hombre y mujer. Pero algunas organizaciones gays no han dudado en calificar de “homofobia” este simple ejercicio de libertad de expresión.
Carta de Bertone
Durante su última convención nacional, celebrada en San Antonio (Texas), los Caballeros de Colón dieron a conocer la carta que el cardenal Bertone ha dirigido a su presidente, Carl Anderson. En nombre del Papa Francisco, el Secretario de Estado vaticano exhorta a los miembros de esta organización a seguir dando testimonio público del mensaje cristiano.
“Consciente de la responsabilidad específica que cada laico tiene en la misión de la Iglesia, [el Papa] invita a cada Caballero y a cada Consejo a dar testimonio de la auténtica naturaleza del matrimonio y la familia, de la santidad y la inviolable dignidad de la vida humana, y de la belleza y la verdad de la sexualidad humana”.
El lema de la convención de este año (“Sed custodios de los dones de Dios”) procede de la homilía pronunciada por el Papa Francisco en la inauguración de su pontificado. A ella vuelve a referirse Bertone en la carta: “En estos tiempos de rápidos cambios sociales y culturales, la custodia de los dones de Dios no puede dejar de incluir la afirmación y la defensa del gran patrimonio de verdades morales enseñadas por el Evangelio y confirmadas por la recta razón, que sirven como fundamento de una sociedad justa y bien ordenada”.
En sintonía con la encíclica Lumen Fidei, la carta recuerda el influjo positivo que la luz de la fe ejerce en las relaciones humanas. De ahí que elogie el empeño de los Caballeros de Colón por proteger “el derecho y el deber de los creyentes a participar responsablemente en la vida social, de acuerdo con sus convicciones”.