Los ministros de asuntos exteriores de los 27 países de la Unión Europea aprobaron el 24 de junio, en Luxemburgo, una importante directriz, que regirá las relaciones de la UE con otros países. El núcleo del documento, aprobado previamente por el Parlamento europeo, reitera que la libertad religiosa es un “derecho humano universal” y, como tal, debe ser protegida y promovida: “toda persona tiene derecho a manifestar su propia religión o sus convicciones”, sin temor a discriminaciones, intimidación o violencias.
El respeto a ese derecho básico deberá ser punto de referencia esencial en las relaciones exteriores de todos los países miembros de la UE, así como en las decisiones comunitarias. La decisión ha ido precedida de diversas intervencion…
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