Aunque el Cónclave ha atraído una atención mediática nunca alcanzada, lo que realmente sucede dentro quizá no tiene mucho que ver con lo que los comentarios periodísticos sugieren.
Ya durante las congregaciones generales previas al Cónclave, el cardenal Dolan, arzobispo de Nueva York, afirmaba en su blog que los asuntos tratados eran mucho más amplios que los que ocupaban la mayor cobertura de la prensa:
“Le podrá sorprender oír que pasamos la mayor parte de nuestro tiempo discutiendo temas como la predicación, la enseñanza de la fe, la celebración de los siete sacramentos; cómo invitar a volver a aquellos creyentes que han abandonado; al servicio de los enfermos y los pobres; (…) Esos son los ‘grandes temas’. Puede resultar difícil creerlo…
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