El Consejo Supremo de Kenianos Musulmanes (SUPKEM, por sus siglas en inglés) no está dispuesto a que los ataques terroristas perpetrados el domingo 1 de julio contra una iglesia católica y otra protestante en la ciudad keniana de Garissa dé lugar a un enfrentamiento entre cristianos y musulmanes.
Así lo explicó el líder de SUPKEM, Adan Wachu, en declaraciones a BBC News: “Algunas personas están empeñadas en hacer de Kenia otra Nigeria. Pero no vamos a permitir que en este país surja una división religiosa. Cualquiera que lo intente fracasará”.
Wachu, que también dirige el Consejo Interreligioso de Kenia, explicó que esta institución no dudó en calificar de “terroristas” los ataques con granadas y disparos a las iglesias cristianas. En ellos murieron 15 personas y otras 45 resultaron heridas.
En Garissa, muchos atribuyen el atentado a Al Shabab, un grupo terrorista islámico que opera en la región y que –según informó la semana pasada el jefe de Africom, el comando militar de EE.UU. en África– tal vez mantenga vínculos con Boko Haram y Al Qaeda.
Wachu cuenta a BBC News que, el día después de los atentados, los líderes locales de la SUPKEM decidieron cerrar filas en torno a los cristianos. “Hemos decidido por solidaridad que jóvenes musulmanes proveerán un servicio de vigilancia no solo en Garissa, sino también en otros puntos donde pueda hacer falta a los cristianos”. Y añadió: “Precisamente porque los cristianos son una minoría allí donde residen, deben ser protegidos a toda costa”.