La coincidencia este año de la Navidad y la Janucá o “Fiesta de las Luces” ha avivado el interés en estas fechas por las relaciones entre judíos y católicos. Un ejemplo es la buena acogida que ha tenido en EE.UU. una edición del Nuevo Testamento anotada por especialistas judíos. Entre tanto, Benedicto XVI y Jonathan Sacks –Rabino Jefe del Reino Unido y de la Commonwealth– han mantenido un encuentro cordial en el Vaticano para hablar sobre los valores espirituales de Europa.
En The Jewish Annotated New Testament (Oxford University Press, 2011) un equipo de especialistas de distintos países comenta los escritos del Nuevo Testamento a la luz del contexto histórico y cultural judío. El volumen se completa con 30 ensayos sobre cuestiones históricas y religiosas.
Lo que podría parecer algo reservado para eruditos ha terminado por situarse entre los libros más recomendados de Amazon USA. El mismo entusiasmo se observa en los foros académicos.
Según informa Christian Science Monitor, los trabajos preparativos del libro –coordinados por los profesores Amy-Jill Levine y Marc Z. Brettler– han dado lugar a reuniones, conferencias y foros de debate entre intelectuales judíos y cristianos.
“Estamos en un momento de aproximación”, explica Alan Brill, director del Jewish-Christian Studies de la Seton Hall University, en New Jersey. Estos encuentros consolidan así las líneas de trabajo abiertas desde hace años por centros de pensamiento como el mencionado de New Jersey o The Institute for Christian and Jewish Studies, en Baltimore.
Avivar el alma de Europa
El encuentro en el Vaticano de Benedicto XVI con Jonathan Sacks, Rabino Jefe del Reino Unido y de la Commonwealth, el pasado 12 de diciembre, pone de manifiesto el interés de ambos líderes religiosos por entablar relaciones más profundas
“[Cuando el Papa vino al Reino Unido], me pidieron que le recibiera en nombre de los creyentes no cristianos. Fue un encuentro muy emotivo”, recuerda Sacks en Radio Vaticano. “El Papa me dijo entonces que quería profundizar en esa relación. Así que ahora veo esta invitación como un deseo de dar un paso hacia delante”.
Del encuentro con Benedicto XVI, el Gran Rabino ha destacado como principal preocupación de ambos el impulso por avivar “el alma de Europa” con los valores espirituales de la civilización judeo-cristiana.
Sacks aclaró que, cuando un líder religioso habla de promover unos valores espirituales en la esfera pública, se está moviendo en un plano distinto al de los políticos. A la religión no le interesa el poder, sino recordar que “la sociedad debe tener una dimensión espiritual. Sobre todo, entre aquellos que se preguntan qué sistema de valores quieren para sus hijos”.
Combatir la intolerancia
Durante la entrevista con Radio Vaticano, el Gran Rabino habló de plantar cara al antisemitismo y a otras formas de intolerancia en Europa. Sacks ve aquí otro campo de colaboración con los cristianos. “Los judíos no podemos combatir el antisemitismo solos. (…) Yo lucharé por el derecho de los cristianos de cualquier lugar del mundo para que puedan vivir su fe sin miedo. Pero necesito que ellos luchen por mí, por el derecho de mi gente”.
Como el propio Sacks explica, esta colaboración ha conducido a que “Gran Bretaña se haya convertido quizá en el primer país en donde la batalla contra el antisemitismo no está liderada por judíos. A mí esto me conmueve”.