Con motivo de la visita de Benedicto XVI a Inglaterra, la televisión Channel 4 emitió un documental realizado por el conocido activista gay Peter Tatchell. En el programa se acusaba a Benedicto XVI de haber “ocultado” los abusos sexuales contra menores cometidos por sacerdotes. Pero un personaje que parece tan preocupado por la defensa de los menores tiene una particular idea de la sexualidad en esas edades. Así se ha puesto de relieve en algunas webs, al recordar lo que Tatchell escribía en 2002 a propósito de la educación sexual en la escuela:
”La educación sexual tiene la obligación de proporcionar todos los datos y decir toda la verdad sobre cualquier tipo de sexo y de relación. Esto incluye también prácticas que a algunos molestarán, como la sodomía o el sadomasoquismo, y comportamientos nocivos como el sexo sin protección o el abuso de menores. Nada debe quedar fuera de los límites. El objetivo de hablar con franqueza de estos temas escabrosos no es estimularlos, sino ayudar a los alumnos a afrontarlos si los encuentra en el futuro (…) Algunas prácticas podrán parecer extrañas a algunos. Pero la diferencia es la sal de la vida. El íncubo sexual de alguno puede ser el nirvana sexual de otro. Siempre que el comportamiento sea de mutuo acuerdo, que nadie sea ofendido y que el placer sea recíproco, la escuela debería adoptar una actitud de no juzgar, de ‘vive y deja vivir’”.
En otros artículos se declara partidario de rebajar la edad de consentimiento sexual, para que los menores entre los 13-16 años puedan tomar decisiones sobre su propio cuerpo.
