La magistrada de la Audiencia Provincial de Barcelona, María Sanahuja, defiende en un artículo publicado en El País que en caso de divorcio la custodia compartida es la mejor fórmula para padres e hijos, y que es una estafa pedir en nombre del feminismo que solo las mujeres asuman el cuidado de los hijos.
María Sanahuja pregunta: “¿Por qué el feminismo mayoritario se muestra feroz con la custodia compartida de los hijos, si al tiempo asume que la única posibilidad de las mujeres, trabajadoras y madres, de tener espacios personales y profesionales es dejar de cargar en solitario con su cuidado y educación?”
“Lo que proponen esos grupos de presión es apoderar a las mujeres practicando una inicial expoliación al padre de sus hijos, pues apropiándose de estos se consigue de inmediato todo el pack (hijos, vivienda, pensión)”. Para la magistrada, esto es “un regalo envenenado”. Esta custodia exclusiva limita el desarrollo profesional de la mujer, por la dedicación que exige el cuidado en solitario de los hijos; también al aparecer como la única que impone normas de comportamiento puede ser considerada como la mala autoritaria o, si adopta una actitud permisiva, se va a encontrar con unos hijos asilvestrados e intolerantes. Y cuando los hijos se emancipen, el ex marido, propietario de la mitad de la vivienda de la que fue expulsado, no dudará en reclamar su parte, y la mujer puede encontrarse sin suficientes ingresos para adquirirla.
Además, “los hijos pueden formular serios reproches culpabilizando a las madres del alejamiento paterno, lo cual es fuente de conflicto y sufrimiento, al haberse quedado huérfanos con padres vivos”.
Sanahuja defiende que “en aquellos supuestos, minoritarios pero crecientes, en los que el padre quiere participar en la corresponsabilidad tantas veces exigida a los hombres, no solo no deben ponerse obstáculos, sino que se debe favorecer” la custodia compartida. “A los hijos no se les puede imponer un modelo monoparental que les perjudica, cuando tienen padre y madre que quieren y pueden responsabilizarse de ellos”.