La proliferación de los e-readers, o lectores de libros electrónicos, mueve a preguntarse cuál será el futuro de los libros en papel y qué cambios se producirán en los hábitos de lectura y en los lectores del futuro. Probablemente no habrá una “revolución”: los libros electrónicos no conseguirán que lean los que no lo hacen. Para los buenos lectores, en cambio, la literatura digital es una bendición, porque les da más opciones y más facilidades a menor costo.
Quien es lector se planteará si comprar o no un e-reader y, en caso afirmativo, cuál de los que hay en el mercado. Eso depende del perfil de cada usuario. Por eso, en los párrafos que siguen me referiré a lo que conozco de primera mano: a mi condición de usuario de Kindle y a mis moti…
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