La imagen del Rafita, uno de los asesinos de Sandra Paolo, paseando tranquilamente por la calle ha contribuido a difundir estos días la sensación de que en España no se cumplen las penas y de que es preciso aumentarlas. Los jueces Ramón Sáenz y Santiago Torres aportan algunos datos sobre este tema, en un artículo publicado en El País (8-02-2010).
Sáenz y Torres, miembros de la plataforma Otro Derecho Penal es Posible, desmienten que vivamos en un estado de impunidad. España tiene la menor tasa de criminalidad violenta entre los países de la Unión Europea y, sin embargo, cuenta con el porcentaje más alto de presos: 76.000 personas encarceladas, que significa una relación de 166 por cada 100.000 habitantes.
Frente a quienes reivindican la cadena perpetua, Sáenz y Torres recuerdan que. “según datos de la Administración, en las cárceles españolas viven 345 personas que cumplen condenas superiores al límite de los 30 años -la pena mayor es de 110 años-, y ello porque no resulta aplicable dicho límite al tratarse de penas que no se pueden acumular”.
A continuación, los jueces tratan de desmontar lo que consideran el mito de la impunidad. “Todas las penas cuya ejecución se inicia se cumplen íntegramente, y sólo una pequeña parte -actualmente el 17%- llegan a hacerlo en un régimen de semilibertad: el tercer grado, que permite pasar varias horas fuera bajo el control de los servicios penitenciarios y cuyo objetivo es posibilitar la reinserción social”.
“Sólo el 9% de los condenados obtienen la libertad condicional. Por lo tanto, toda condena que se ejecuta se cumple desde el primero hasta el último día y la mayoría de los penados extinguen la sanción íntegramente dentro de los muros de la prisión”.