Un mes después de que los ciudadanos de Maine votaran en contra del matrimonio homosexual (cfr. Aceprensa, 5-11-2009), el Senado de Nueva York acaba de rechazar una ley que daba luz verde a las bodas gays.
La Cámara de Representantes de Nueva York ya había dado el visto bueno a la ley. También estaba garantizada la firma del gobernador, David Paterson, uno de los impulsores de la iniciativa. Así que los partidarios de la ley daban por segura la victoria: necesitaban 32 votos y, según ellos, casi todos los demócratas -salvo dos o tres- les habían prometido su apoyo.
Pero el día de la votación, los resultados fueron muy distintos: la ley fue rechazada por 38 contra 24. Votaron en contra los 30 republicanos y 8 demócratas. Es razonable pensar que no habrá más intentos en ese estado como pronto hasta 2011, cuando comience la nueva legislatura.
Durante el debate, el senador republicano Ruben Diaz recordó que el matrimonio gay no cuenta con el favor popular: en los 31 estados donde se ha votado en referéndum, el matrimonio homosexual siempre ha salido perdiendo. “Si ponemos este asunto ante los votantes, lo rechazarán. Dejemos a la gente que decida”, propuso Diaz.
Pero los partidarios de la ley no estaban dispuestos a pasar por una prueba de fuego como la de Maine. Así que decidieron aceptar la derrota en el Senado, a la espera de un nuevo cambio de aires.
Al acabar el debate, el gobernador Paterson se mostró indignado. Criticó duramente a los senadores que dicen apoyar el matrimonio gay , y a los que luego “les faltan agallas para aprobarlo”.
Pero si no se atreven a aprobarlo es porque piensan que ese voto no les favorecería ante su electorado. Pese al activismo del movimiento gay, el ciudadano medio no parece muy entusiasmado con el debate. “En estos momentos de crisis económica, la gente tiene la cabeza en otras cosas. Lo que les preocupa es llegar a fin de mes y que el estado gaste menos”, declaró el senador republicano Tom Libous.
Nueva York no admite las uniones civiles entre personas del mismo sexo. Pero algunas leyes, reglamentos y decisiones judiciales garantizan a los homosexuales muchos de los derechos de las parejas casadas.
De haberse aprobado esta propuesta de ley, Nueva York se habría unido a los cinco estados -Massachusetts, Connecticut, Vermont, Iowa y New Hampshire- que admiten este tipo de enlaces. California y Maine revocaran su aprobación previa tras preguntar a los electores en referéndum.