La necesidad de que la libertad académica esté al servicio de la búsqueda de la verdad, confiando en el ejercicio de la razón para alcanzarla, fue la idea directriz del discurso que Benedicto XVI dirigió el pasado domingo a los representantes del mundo universitario reunidos en el Castillo de Praga.
El Papa se presentó a los profesores, investigadores y estudiantes de las universidades como "alguien que ha sido un profesor, atento al derecho de la libertad académica y a la responsabilidad ante el uso auténtico de la razón", quien "ahora es el Papa que, en su papel de pastor, es reconocido como voz competente para la reflexión ética de la humanidad".
El Papa advirtió que la autonomía propia de una universidad puede hacerse inútil de diverso…
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