En un artículo publicado en Le Monde (10-04-09), varios expertos contestan a otro anterior en el que el Papa era acusado de ignorar los datos científicos, por decir que la situación del SIDA en África no podía resolverse solo con preservativos.
Los firmantes reconocen que “el preservativo es la tecnología más eficaz. Pero no la medida preventiva más eficaz. De hecho, en numerosos países de África la proporción de personas portadoras del virus es demasiado elevada para que la epidemia sea frenada solo con los preservativos”.
Muchos expertos en epidemias, que han trabajado en la lucha contra el SIDA en África, se extrañan de la ignorancia que revelan algunas críticas contra el Papa. “No hay ningún país con una epidemia generalizada que haya logrado bajar la proporción de población infectada por el VIH mediante campañas centradas solo en la utilización de preservativos. Los casos de baja de la transmisión del VIH publicados en la literatura científica están asociados a la puesta en práctica de la tríada ABC (abstinencia, fidelidad y utilización de preservativos). En otras palabras, solo los programas que han recomendado seriamente el retraso de la actividad sexual de los jóvenes y la monogamia mutua (lo que los cristianos llaman fidelidad) han tenido éxito”.
“La Iglesia católica -recuerdan los firmantes- ha propuesto siempre A y B.” “El Papa subraya que ‘corremos el riesgo de agravar el problema’ del SIDA si los programas de prevención se apoyan solo en los preservativos. Esto responde al estado actual de los conocimientos en materia de salud pública y de epidemiología. Los programas de prevención centrados en el preservativo dan un mensaje inadaptado a la población en general y a los jóvenes en particular. Transmiten el mensaje: ‘Cualquiera que sea tu conducta sexual si utilizas preservativos es segura, sin riesgo”. Lo que es falso, dicen estos especialistas, porque ese tipo de campaña lleva generalmente al fenómeno de compensación de riesgos. “Si la gente cree que tiene una seguridad del 100% utilizando preservativos, tiende a asumir más riesgos”, según un fenómeno bien descrito en la literatura científica.
Por eso, afirman, “el discurso del Papa es realista y justo. Nos interpela sobre una visión de la prevención limitada solo al preservativo. Adopta un punto de vista antropológico y moral, comprensible por todos, para criticar una orientación únicamente tecnológica, que, por sí sola, no es capaz de yugular la epidemia”.
Los firmantes manifiestan que es preciso otro enfoque no exclusivamente tecnológico, una perspectiva pedagógica sobre el sentido de las conductas sexuales. “Pero esta perspectiva es difícilmente escuchada en el discurso social apegado a un pensamiento pragmático. El preservativo se ha convertido en una especie de tabú no criticable, un fetiche, que, curiosamente, debería participar en la definición de la sexualidad.”
“Reflexionar sobre los comportamientos sexuales se hace tan doloroso que provoca la ira de numerosos militantes e ideólogos en la materia. En este sentido, las palabras del Papa no son’regresivas’; por el contrario, nos sacan de la regresión y nos invitan a afrontar los hechos y lo que está en juego”.
Los firmantes son Tony Anatrella, especialista en psiquiatría social; Michele Barbato, ginecólogo de Milán, presidente del Instituto Europeo de Educación Familiar; Jokin de Irala, médico epidemiólogo, director adjunto del departamento de medicina preventiva y salud pública de la Universidad de Navarra; René Ecochard, epidemiólogo, jefe del servicio de bioestadística del CHU de Lyon; Dany Sauvage, presidente de la Federación africana de acción familiar.