En el discurso que Benedicto XVI dirigió el día 7 a los embajadores acreditados pueden destacarse los siguientes aspectos:
Desarme. Benedicto XVI recordó que “no se puede construir la paz cuando los gastos militares sustraen enormes recursos humanos y materiales a los proyectos de desarrollo, especialmente de los países más pobres”. También se felicitó por el hecho de que hubiera sido ratificada la “Convención sobre las bombas de racimo, documento que tiene también el propósito de reforzar el derecho internacional humanitario” (entre los países que no lo han firmado están EE.UU., Rusia, China e Israel).
Pobreza. Evocó los problemas de “tantas personas y familias afectadas por las dificultades y las incertidumbres que la actual crisis fina…
Contenido para suscriptores
Suscríbete a Aceprensa o inicia sesión para continuar leyendo el artículo.
Léelo accediendo durante 15 días gratis a Aceprensa.