Algunos países se desesperan si sus universidades no quedan bien situadas o no aparecen en los rankings internacionales que clasifican las mejores universidades del mundo. En la competencia por atraer a alumnos extranjeros y nacionales, quedar arriba en estos rankings se ha convertido en un factor importante. Pero, ¿estas clasificaciones miden de hecho lo que pretenden? ¿Se basan en factores objetivos o reflejan el punto de vista subjetivo del editor?
Es lo que se plantea el boletín del Programa de la OCDE sobre la gestión de los centros de enseñanza superior (diciembre 2008), al dar cuenta de la reunión que tuvo lugar en París con 330 participantes de 53 países para debatir sobre la calidad de la enseñanza superior.
Las dos clasificaciones…
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