Un argumento invocado hoy para expulsar a la religión de la vida pública es decir que la religión encierra un germen de intolerancia e impide la convivencia pacífica entre personas de distintos credos. Esta manera de ver las cosas contrasta con la visión positiva de la religión que tiene el ex primer ministro británico Tony Blair, y que le ha llevado a crear una fundación.
Desde que se convirtió al catolicismo el pasado diciembre, Blair se ha referido en distintas ocasiones al papel beneficioso de la religión. La primera vez que abordó el asunto fue en abril en una conferencia pronunciada en la catedral de Westminster ante unas 16.000 personas. En aquella ocasión, el líder laborista apeló a la ayuda que puede prestar la religión para vencer…
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