Un reciente artículo del semanario local Washington City Paper (ver) explicaba algunas de las dificultades derivadas de la separación de la redacción online y la impresa en el renombrado Washington Post. En un mundo informativo de creciente competitividad (ver Aceprensa 49/08), sigue habiendo ejemplos como estos: peleas intestinas, envidias profesionales y luchas de poder para decidir los contenidos de la web, incoherencias entre decisiones editoriales, etc. Y todo en los despachos de la propia institución y entre quienes deberían colaborar en la elaboración de informaciones para la cabecera de papel y quienes lo hacen para la plataforma online.
Todo parece conducir hacía una necesaria convergencia redaccional, que ya han emprendido muchos periódicos convencionales. Esa es una de las conclusiones principales del Newsroom Barometer de 2008, organizado por el World Editors Forum y por la agencia Reuters, y llevado a cabo por Zogby International. El informe final se basa en las respuestas a un cuestionario propuesto a 700 editores y directivos de medios de 120 países y contestado online en el pasado mes de marzo. Para los encuestados, la solución a esta invasión digital de los medios está en la integración redaccional. El 86% de los encuestados piensa que esta tendencia será una realidad que se habrá impuesto definitivamente de aquí a cinco años. Para el 35% de los entrevistados, la integración de redacciones exigirá invertir en la formación de los periodistas actuales para estas nuevas tareas, mientras que el 31% opina que requerirá la contratación de nuevos profesionales.
El estudio es interesante para ver cómo los directivos de las grandes empresas informativas interpretan las tendencias de los consumidores y el futuro de sus negocios. Para un 44% de los editores, la gente consumirá noticias sobre todo a través de Internet. En cambio, el 31% piensa que el periódico impreso será el medio al que se recurrirá más.
La novedad de este año es que ya un 12% de los editores considera que las noticias se leerán, en un futuro próximo, a través del móvil. En este sentido, a finales del pasado mes de abril se celebró en Sevilla un seminario sobre contenido móvil para un informe sobre el tema que prepara el Instituto de Prospectiva Tecnológica (IPTS) de la Comisión Europea (ver resumen de las conclusiones). Algunos medios, como la agencia Associated Press, ya están preparando técnicas de distribución de contenidos a través de dispositivos móviles. El 7% de los entrevistados se atreve a vaticinar herramientas más innovadoras como el papel electrónico.
Además, el 56% de los editores cree que en el futuro inmediato las noticias gratis acabarán por imponerse, una opinión al alza en comparación con el 48% de los que así pensaban el año pasado. Solo un tercio de los encuestados se inclina por los contenidos de pago.
Por otro lado, dos tercios de los editores creen que se dará un crecimiento en la demanda de opinión y análisis en los medios informativos. Junto a ello, el 58% opina que la caída de lectores jóvenes es el principal problema para el futuro de los periódicos: los datos muestran que cada vez más personas se informan por Internet y que es el sector joven el más cercano a la red (ver datos de un informe reciente de la Fundación BBVA).
Del papel al soporte digital
En España, el Ministerio de Educación y Ciencia puso en marcha en marzo de 2007 un proyecto de Investigación y desarrollo destinado a promover la convergencia digital de los medios de comunicación. Trabajan en él 24 investigadores de 12 universidades, divididos en cuatro grupos que estudian las tecnologías, los contenidos, los medios y las empresas. En el blog Infotendencias publican artículos e iniciativas relacionadas con esa evolución que, para Ramón Salaverría, uno de los expertos en el tema, es “el cambio más importante de la historia del diario impreso: el momento en que el papel, arrinconado por nuevas formas de consumo informativo de una nueva generación de lectores, deberá dejar paso al soporte digital”.
En este mismo sentido, y para facilitar esa adaptación, funciona en Estados Unidos el Convergence Culture Consortium del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT). Y lo que es más interesante: la importancia del reto a que se enfrentan los periodistas ha obligado ya a que algunas facultades de periodismo incluyan en sus planes de estudios asignaturas vinculadas a la convergencia, como “Popular culture in the age of media convergence”, que se imparte en el MIT, o “Convergence Journalism Sequence”, de la Universidad de Missouri-Columbia.