La asignatura obligatoria de Educación para la Ciudadanía se ha convertido en uno de puntos más controvertidos de la LOE. Para unos, es indispensable que la escuela enseñe a ser buenos ciudadanos. Para otros, existe el riesgo de adoctrinamiento ideológico. En un artículo publicado en la revista Telva (mayo 2007), Ignacio Aréchaga comenta este debate.
Ya se sabe que, en las polémicas sobre valores en la escuela, inculcar unos principios es “formación” si lo doy yo, y “adoctrinamiento” si lo da el otro. Así, los que descalifican la enseñanza de la religión como adoctrinamiento, dan cartas de nobleza a la Educación para la Ciudadanía como formación indispensable, y viceversa. Más allá de las polémicas y las sospechas, hay que reconocer que una…
Contenido para suscriptores
Suscríbete a Aceprensa o inicia sesión para continuar leyendo el artículo.
Léelo accediendo durante 15 días gratis a Aceprensa.