Las mujeres musulmanas quieren tener los derechos de que goza cualquier ciudadano, como ocurre en Occidente; pero rechazan la decadencia moral que trasmite la cultura occidental, que consideran degradante para la mujer. Así lo revelan los resultados de una encuesta realizada por Gallup en ocho países de mayoría musulmana.
La encuesta fue realizada de agosto a diciembre de 2005 mediante entrevistas personales a 8.000 mujeres, 1.000 de cada uno de ocho países de mayoría musulmana: Egipto, Irán, Jordania, Líbano, Marruecos, Pakistán, Arabia Saudí y Turquía.
Según la encuesta, una gran mayoría de las mujeres musulmanas en todos los países creen que deben tener derecho a votar, a trabajar fuera de casa, a conducir y a tener responsabilidades en el gobierno. Líbano, Egipto y Marruecos son los países en los que un porcentaje más alto de mujeres (más del 95%) declara que la mujer debe adoptar sus propias decisiones de voto, mientras que Pakistán es el más bajo con un 68%.
La libertad política y la igualdad entre los sexos son rasgos que las mujeres musulmanas asocian con Occidente. Así lo mencionan el 78% de las marroquíes, el 71% de las libanesas y el 48% de las de Arabia Saudí.
Sin embargo, las preocupaciones de las mujeres musulmanas no responden a la común percepción occidental de la mujer como víctima en estos países. Muchas mujeres del mundo musulmán no ven las cuestiones de género como una prioridad porque otros problemas les parecen más apremiantes.
El asunto del velo islámico o de la «hiyab» nunca es mencionado en las respuestas espontáneas de las mujeres en preguntas abiertas sobre los problemas que les preocupan. Lo que más les molesta en sus sociedades es la violencia extremista, la corrupción política y económica, y la falta de unidad entre los países musulmanes.
A la pregunta de «¿Qué admira menos en Occidente?», la respuesta más frecuente es la percepción de decadencia moral, promiscuidad y pornografía que los encuestadores llaman la «imagen de Hollywood», y que las musulmanas consideran degradante para la mujer.
En contraste, la mayoría de las mujeres encuestadas en cada país consideran que lo mejor de sus sociedades es su «compromiso con los valores morales y espirituales». En Egipto, el 59% de las mujeres citan el aprecio a las creencias religiosas como el rasgo más valioso de su país, porcentaje que en Pakistán es el 53%.
El estudio de Gallup, titulado «Lo que quieren las mujeres: escuchando las voces de las mujeres musulmanas», proporciona algunas sorpresas que cuestionan la política occidental hacia las sociedades musulmanes. Muchas veces la acción de grupos occidentales (gobiernos, ONG, instituciones internacionales…) dirigida a reforzar la posición de la mujer en sociedades musulmanas da por supuesto que los valores religiosos son un obstáculo que hay que remover. Sin embargo, la encuesta revela que la religión es el aspecto mejor valorado por las mujeres de esos países. En cambio se comprueba el rechazo que suscita la imagen de la mujer que a menudo trasmite la cultura audiovisual occidental, que es lo que más llega a las sociedades musulmanas. Lo que en la «imagen de Hollywood» se identifica con la liberación de la mujer, en los países musulmanes se percibe como falta de respeto a la mujer. Todo lo cual hace un flaco servicio a la valoración de la cultura occidental en los países musulmanes.
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