De Joseph Ratzinger a Benedicto XVI: El cambio de imagen del Papa en los medios de comunicación alemanes
Berlín. El cambio de imagen de Joseph Ratzinger en los medios de comunicación alemanes se ha visto impulsado por las efusivas muestras de apoyo de los principales líderes de opinión alemanes. Las reacciones por parte de la clase política a la decisión tomada por los cardenales en el cónclave destacan la importancia de la elección de un Papa alemán de cara a la rehabilitación plena del país 60 años después del final de la II Guerra Mundial.Satisfacción de los políticos
Los principales líderes del país, desde Angela Merkel hasta el presidente federal Horst Köhler o el entonces canciller, Gerhard Schröder, hablaron por aquel entonces de un «honor» para Alemania y dijeron sentir «orgullo» por la elección de un alemán como jefe de la Iglesia católica, pese a que todos ellos son protestantes.
Dicho punto de vista queda plasmado claramente en el discurso pronunciado por Köhler al recibir a Benedicto XVI a su llegada a Colonia el 18 de agosto de 2005: «Nos conmueve especialmente, y eso puedo decírselo como protestante, que un alemán, uno de los nuestros, se haya convertido en Papa. Su elección como Papa tiene un gran significado histórico: Después del Papa de Polonia, el primer país ocupado por Alemania durante la II Guerra Mundial, se ha convertido en sucesor de San Pedro alguien de la llamada generación de la defensa antiaérea. Que haya sido así, me llena de optimismo, 60 años después del final de la ideología contraria al ser humano y a Dios que reinaba en Alemania».
«Somos Papa»
Por parte de la prensa alemana, uno de los titulares que mejor reflejan ese orgullo alemán fue el publicado por el diario «Bild» el día después de la elección: «Wir sind Papst» («Somos Papa»). «Bild» es el diario de mayor difusión de Europa con casi 12 millones de lectores y por ello se le atribuye un gran poder de crear opinión. La Sociedad de la Lengua Alemana eligió el «Somos Papa» como la segunda expresión más importante del año, superada tan sólo por «Bundeskanzlerin», el femenino de «canciller federal» tras la elección de Merkel. Según la asociación, dicha expresión era citada todavía meses después de la elección de Benedicto XVI y refleja en cierto modo el ambiente en parte de la población alemana por la llegada de un compatriota a la Sede de Pedro.
Numerosos elementos hacen que «Bild» no pueda ser considerado un periódico cristiano, entre otros su corte sensacionalista y la publicación a diario en su portada y páginas interiores de fotografías eróticas. Sin embargo, el tono positivo dado desde hace algún tiempo a sus informaciones sobre el Papa y la Iglesia católica ha llevado a que por ejemplo el «Süddeutsche Zeitung» le haya dado el calificativo burlón de «L’Osservatore Tedesco».
El apoyo al Sumo Pontífice entre los líderes de opinión se ha notado más allá de la clase política. Cabe citar por ejemplo a los presentadores de televisión Harald Schmidt y Stefan Raab, líderes de audiencia de la franja horaria nocturna. Schmidt, a quien la revista «Cicero» calificó en abril de 2006 como el segundo intelectual más influyente del país después del Premio Nobel de Literatura Günter Grass, reconoció en varias entrevistas haber leído las obras de Joseph Ratzinger y puso los camerinos de su plató a disposición de peregrinos de la Jornada Mundial de la Juventud (1).
Los críticos se moderan
Al mismo tiempo, los críticos tradicionales del Vaticano han moderado considerablemente sus críticas al Papa e incluso han llegado a elogiar algunos aspectos del pontificado. Hans Küng, quien fue recibido por el Papa después de su elección, afirmó por ejemplo con respecto a «Deus caritas est»: «El Papa Ratzinger ofrece en estilo imparcial un sólido material teológico sobre «eros», «agapé», amor y «caritas» sin caer en teorías falsas. Es una buena señal».
Uta Ranke-Heinemann, quien en 1969 se convirtió en la primera mujer en conseguir una cátedra teológica en Alemania, pero que fue suspendida poco después por no reconocer la virginidad de María, afirmó en una entrevista con la agencia «dpa» después de la elección papal del que fuera su compañero de estudios: «En la catedral de mi corazón siempre ha ardido una vela por el cardenal Ratzinger. Fue el único obispo que me escribió en tono amistoso después de que me quitaran las licencias».
Con todo, un aspecto comentado en la prensa alemana y que ha contribuido a la mejora en la imagen de Benedicto XVI es el nuevo impulso vivido en la Iglesia católica alemana y que comentaristas de medios de comunicación atribuyen a la elección del Papa alemán. Según el presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, el cardenal Karl Lehmann, el número de personas que abandonaron voluntariamente la Iglesia en 2005 se redujo en una tercera parte, frente a las 101.252 defecciones del año anterior, mientras que el número de reincorporaciones ha crecido también en una tercera parte. También crecen los bautizos de adultos, al tiempo que aumentan los estudiantes de Teología.
Mayor interés por la religión
Una encuesta del Instituto de Demoscopia Allensbach publicada en el «Frankfurter Allgemeine Zeitung» del 19 de abril de 2006 reveló además que el interés de los alemanes por temas religiosos se encuentra al mismo nivel que antes de la reunificación del país en 1990, cuando con la incorporación del territorio de la República Democrática Alemana (RDA) los agnósticos pasaron a formar por importancia la tercera confesión religiosa de Alemania después de católicos y protestantes.
La elección del Papa hizo también que se dispararan las ventas de sus libros. Los libros entrevista «La sal de la tierra» y «Dios y el mundo» realizados por Peter Seewald saltaron de la noche a la mañana a los puestos 1 y 2 de la lista de «bestsellers» alemanes (2). Otro signo de la popularidad del Papa en su país natal es la moda en torno al nombre Benedikt, que según la Sociedad de la Lengua Alemana ha pasado del puesto 50 al 37 entre los nombres más frecuentes para recién nacidos y que se ve cada vez más fuera del estado federado de Baviera, donde nació el Papa y donde es un nombre común.
Comentando todos estos impulsos recibidos en la Iglesia alemana, la radiotelevisión exterior alemana «Deutsche Welle» escribió con motivo del primer aniversario de la elección: «El Papa es auténtico, popular y abierto al diálogo. Un año después, continúa impresionando a los alemanes y es apreciado sobre todo entre los jóvenes. Son pruebas de su éxito la reducción en el número de defecciones en Iglesia y el aumento en el número de los que regresan, de los que cambian de confesión y se pasan a la Iglesia católica y de los bautizos de adultos».
Vicente Poveda____________________Vicente José Poveda Soler es corresponsal en Berlín de la agencia de noticias dpa (Deutsche Presse-Agentur).(1) Kissler, Alexander: «Der deutsche Papst. Benedikt XVI und seine schwierige Heimat», Herder, Friburgo 2005, pág. 7.(2) Seewald, Peter: «Benedikt XVI. Ein Porträt aus der Nähe», Ullstein, Berlín 2005, pág. 210 ss.