Con machacona periodicidad surgen voces que cantan las propiedades de la marihuana para tratar ciertas dolencias y hasta la pintan como un medicamento tan seguro y efectivo que debería estar al alcance del público -bajo supervisión médica, por supuesto-, aunque no esté aprobado por los organismos de control farmacéutico. Algunos políticos y «lobbies» aprovechan esos aires para reclamar, con cierta insensatez, la legalización del uso lúdico de la marihuana, como si una cosa fuera de la mano de la otra. La legislación de cada país -y de cada estado en EE.UU.- ha dependido de cómo se hayan tomado en serio esas propuestas los gobiernos implicados. Una auténtica lotería.
EE.UU. vuelve a responder a esas demandas -cada vez hay más estados que han aprobado por ley o referéndum el uso terapéutico de la marihuana-, como ya ha hecho en otras ocasiones. Pero esta vez, a través de un comunicado conjunto (1) de tres agencias federales: la Drug Enforcement Administration (DEA), la Food and Drug Administration (FDA) y la Office of National Drug Control Policy (ONDCP).
La marihuana está catalogada en la lista I de la Ley Sustancias Controladas, donde están incluidas las sustancias que pueden ser objeto de consumo abusivo y no tienen utilidad terapéutica reconocida. El comunicado afirma que siguen cumpliéndose los criterios para mantener la marihuana en la lista I.
No se trata de una simple cuestión administrativa: está en el catálogo pero también podría quitarse. El último análisis llevado a cabo por varios organismos del Department of Health and Human Services -entre los que se encuentran la propia FDA, los Substance Abuse and Mental Health Services Administration y el National Institute for Drug Abuse- concluye que no hay ningún estudio científico, en personas o animales, que demuestre la utilidad terapéutica de la marihuana. Según el comunicado, hay medicamentos, aprobados por la FDA, contra las dolencias para las que se dice que está indicada la marihuana.
Además, para que la FDA apruebe un nuevo medicamento necesita verificar que se han realizado ensayos clínicos que garantizan la seguridad y eficacia del fármaco. Cualquier esfuerzo por puentear este proceso podría exponer a los pacientes a utilizar fármacos poco seguros, afirma el comunicado, en clara referencia a los estados que han aprobado el uso terapéutico de la marihuana. Ni la DEA, ni la FDA, ni la ONDCP apoyan el uso de la marihuana para fines médicos, concluye el comunicado.
ACEPRENSA____________________(1) Ver www.fda.gov/bbs/topics/NEWS/2006/NEW01362.html