El freno de la UE a las importaciones de productos textiles de China ha vuelto a poner en primer plano las quejas en Europa y Norteamérica por las deslocalizaciones de actividades industriales y de servicios hacia los países emergentes de bajos costes salariales. Según esta explicación, la India, China o Europa Central serían devoradores de empleo de los países desarrollados. Sin duda, hay empleos que emigran allí, sobre todo en sectores de menos valor añadido como el textil. Pero cuando se hacen números, resulta que solo una pequeña parte de las pérdidas de empleo se deben a las deslocalizaciones. Varios informes recientes concuerdan en esta apreciación.
Un informe de McKinsey Global Institute titulado "The Emerging Global Labour M…
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