Contrapunto
Con la aprobación por el Congreso español, el 30 de junio pasado, de la ley que admite al matrimonio a las parejas del mismo sexo, se ha logrado -dicen el gobierno y el movimiento gay- una conquista histórica en la lucha por los derechos civiles. En palabras, harto repetidas, del primer ministro Rodríguez Zapatero, ese día los homosexuales dejaron de ser "ciudadanos de segunda clase".
El supuesto ascenso a primera clase en el Código Civil no permitirá, sin embargo, que dos personas del mismo sexo puedan engendrar un hijo. Claro que la reforma también pretende sortear la dificultad haciendo que puedan ser padres, en los papeles, adoptando niños. Pero es muy dudoso que lo consigan, pues en España apenas hay niños adoptables y los …
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