Amsterdam. El ministro de Justicia de Holanda, Piet Donner, quiere evitar que los padres divorciados incumplan sus obligaciones respecto a la educación y atención de sus hijos. Con este fin ha propuesto una enmienda a la ley de divorcio, de modo que los padres deban presentar un plan por escrito sobre cómo han acordado la atención a los hijos. Sin este requisito previo, el juez no dará la sentencia de divorcio.
En este plan figurarán, entre otras cosas, qué han acordado respecto a los colegios, las vacaciones, la atención médica y las cuestiones financieras del mantenimiento de los hijos. Además, cada uno de los cónyuges deberá facilitar la buena relación del hijo con el otro padre. En caso de incumplimiento, el juez podrá imponer medidas coactivas.
En 2003 se produjeron en Holanda 31.500 divorcios, y en los últimos cuatro años la cifra ha bajado ligeramente. De las parejas divorciadas, el 38,7% no tenían hijos, el 22,5% tenían uno, el 29,3% dos, el 8% tres y el 1,5% cuatro o más.
Tras un divorcio, la custodia de los hijos se concede habitualmente a la madre, y no pocas veces el padre acaba perdiendo el contacto con ellos. En los años setenta, un grupo de padres, desesperados por esta cuestión se asociaron tomando el nombre de «Padres locos» (inspirándose en las «madres locas» de Argentina, que pedían justicia por su hijos desaparecidos). Si al principio despertaron recelos, hoy día constituyen un movimiento bien aceptado. Según dicha organización, en este momento uno de cada seis niños de parejas divorciadas pierde el contacto con el progenitor al que no se le concedió la custodia del niño.
Profesionales relacionados con el divorcio ven con buenos ojos la iniciativa ministerial. Geert Warnaar advierte: «En nuestra sociedad ya no existe la idea de un bien superior que alcanzar. Tratamos de satisfacer los deseos de inmediato. El egocentrismo marca las pautas. En este contexto, los hijos son considerados como posesiones y repartidos como tales por los padres en caso de divorcio». Marga Akkerman, psicóloga infantil, recuerda: «Te divorcias como pareja, pero no como padre». Akkerman considera que la nueva medida podría ayudar a los padres a usar más la razón en momentos que son propicios a la ofuscación.
El ministro Donner quiere también acabar con un hueco en la legislación que hace posible un divorcio instantáneo. Las parejas de hecho registradas tienen en la legislación los mismos derechos que los matrimonios, pero se pueden romper sin necesidad de divorciarse ante un juez. Y como la ley permite que un matrimonio pueda pasar a ser mera pareja de hecho registrada, basta hacer ese trámite para luego disolverse ante notario.
El año pasado hicieron uso de este procedimiento siete mil parejas. El ministro quiere que el divorcio exija siempre una sentencia pronunciada por el juez.
En Holanda para el divorcio por consentimiento mutuo se exige la constatación de la ruptura del matrimonio, que puede acreditarse de forma genérica. No hay ningún plazo de espera.
Carmen Montón