Análisis
Los últimos días del mes de junio han servido para meter en la nevera del Congreso español las propuestas para regular las parejas de hecho. Las prisas del verano y las cabalgatas del Orgullo Gay han animado los titulares de prensa pero, según parece, el comienzo de curso solo traerá una nueva ley de uniones estables. La legalización del matrimonio entre homosexuales tardará más, aunque el gobierno ya ha refrendado su voluntad de acometerla.
El 29 de junio, el Congreso aprobó cuatro proposiciones de ley sobre regulación de las parejas de hecho. El ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, anunció que en septiembre estará listo el borrador de esa ley. En cuanto al matrimonio entre homosexuales, el Congreso simplemente ha aprobado una proposición no de ley en la que mostró la voluntad de legalizar algún día el matrimonio entre homosexuales.
Las proposiciones para regular las parejas de hecho son muy diferentes. Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) opta por modificar el Registro Civil. En la exposición de motivos dice: «En la actualidad, no existe la certeza de la existencia o inexistencia de una válida pareja de hecho o unión estable, y por tanto tampoco de la batería de derechos y obligaciones que se derivan de ella, en tanto que esta nueva institución no tiene acceso a un registro interconectado o centralizado de ámbito estatal».
Bodas de hecho
Solo este párrafo suscita preguntas: ¿Saben las parejas inscritas en Cataluña, Aragón o Navarra que no sabemos si existen? ¿Por qué un partido nacionalista pide más centralización? ¿No huían las parejas de «hecho» de la publicidad registral? ¿Qué pasará el día de mañana con las «parejas de hecho» de hecho? ¿En qué se diferenciarán un matrimonio civil y una pareja de hecho inscrita en el Registro Civil y equiparada en todo al matrimonio?
En resumen, ERC solicita un cambio técnico: donde pone «matrimonio» en la ley del Registro Civil, léase «matrimonio, unión estable o pareja de hecho». Pero siempre que se corta y pega texto aparecen fallos, como el de la propuesta de modificación del artículo 70: «Los efectos civiles del matrimonio canónico o civil, o unión estable o pareja de hecho, se producirán desde la celebración». ¿Cuándo se celebra una unión de hecho: el día que se alquila el piso?
El grupo de Izquierda Verde-etc. presentó una proposición sobre igualdad jurídica para las parejas de hecho. El principio básico es que como el artículo 39 de la Constitución no hace referencia a un modelo de familia determinado, se debe entender en sentido amplio. ¿Por qué «se debe»? En los casos de indeterminación, los juristas suelen acudir al espíritu de la ley. De manera que el modelo de familia debería entenderse en sentido estricto (el histórico, el del espíritu constitucional).
Con todo, la proposición considera pareja de hecho «a la unión libre, estable, pública y notoria, en una relación de afectividad similar a la conyugal, con independencia de su orientación sexual, de dos personas, mayores de edad», etc. También surgen preguntas: ¿En qué es similar a la conyugal la relación de afectividad con independencia de la orientación sexual?
A diferencia de ERC, Izquierda Verde-etc. prefiere la inscripción en los registros existentes en las comunidades autónomas o ayuntamientos. Pero también ha optado por la coletilla, en este caso «con independencia de su orientación sexual», para modificar la ley de Adopciones, la de Seguridad Social, la de Medidas para la Reforma de la Función Pública, la de Clases Pasivas, etc. Al final, «a falta de herederos, la ley defiere al Estado», al que no se le conoce orientación sexual.
Dudosa demanda social
Según el texto, la iniciativa responde a la demanda de la sociedad. Si creemos a ERC, no sabemos si las parejas de hecho existen realmente. Pero si acudimos a los registros comprobaremos la demanda. Entre 1995 y 2000, se registraron en Madrid 4.500 parejas (359 homosexuales); en Cataluña, 3.491 (493 homosexuales); en la Comunidad Valenciana, 1.910 (ver servicio 98/01).
La tercera proposición aprobada fue la del Grupo Mixto, que pretende conceder a las uniones de hecho «los mismos efectos jurídicos en el acceso a la protección social, los derechos y permisos laborales y funcionariales, el tratamiento fiscal o la situación procesal». Todo ello «sin institucionalizar las uniones libres de pareja». Comprendido. Se añade que ya es hora de ir «derribando los prejuicios institucionalistas que aún perviven en la legislación española, aprovechando el vigor con que embisten los aires de libertad». Por lo demás, la propuesta es clónica a la de Izquierda Verde-etc.
La cuarta fue la de Convergència i Unió -propuesta técnicamente más acertada, como lo demuestran los votos a favor (301 de 316)- y que contó con el apoyo del PSOE y el PP. La proposición pretende «regular todos los aspectos que se derivan de la convivencia de las parejas de hecho para que no se sientan discriminadas y vean equiparados, en la medida de lo posible, sus derechos con relación a los derivados del matrimonio». Contempla las uniones entre personas del mismo sexo, pero no entra al espinoso asunto de los hijos y las adopciones.
Confusión
El partido en el gobierno votó a favor de las cuatro propuestas, a pesar de que formulan soluciones contrarias. La confusión se cierra con su propia proposición no de ley, aprobada el mismo día, relativa al matrimonio entre personas del mismo sexo, y que ha provocado titulares variopintos en la prensa. El PSOE explica que a pesar de las leyes existentes sobre parejas de hecho estables, los homosexuales siguen discriminados porque están privados de contraer matrimonio e institucionalizar una familia. La voluntad del gobierno, con esta iniciativa, es clara: equiparar el matrimonio con las uniones entre personas del mismo sexo.
El argumento es la demanda social. El Foro Español de la Familia, una organización que engloba a varias organizaciones que defienden el matrimonio y la familia, presentó también en el Congreso una propuesta de iniciativa legislativa popular para modificar el Código Civil. El Foro pretende que especifique que «un hombre y una mujer tienen derecho a contraer matrimonio el uno con la otra conforme a las disposiciones de este Código». El objetivo es confirmar el mandato legal de que el matrimonio es la unión de un hombre y una mujer. Asimismo, pretende reforzar la capacidad de adoptar para dar al menor la protección que necesita. Por eso propone que «fuera de la adopción por el marido y la mujer, nadie puede ser adoptado por más de una persona».
Una vez admitida a trámite la propuesta, la organización deberá entregar 500.000 firmas acreditadas para que el proyecto de ley se debata y vote en las Cortes. Esta iniciativa está en la nevera del Congreso, al lado de las demás. Pero a la vista de las cifras de parejas homosexuales registradas, no será fácil acudir al argumento de la demanda social frente a medio millón de firmas.
Ignacio F. Zabala