Una revisión de encuestas sobre el suicidio con cooperación de médico muestra que los resultados dependen de cómo se formulen las preguntas. Las encuestas –realizadas en EE.UU. entre 1997 y 1999– han sido examinadas por el grupo de investigación Public Agenda. Resulta que cuando se utiliza la palabra suicidio en la pregunta, un 45% apoya la legalización y un 46% se opone. En cambio, cuando se pregunta si se deben satisfacer “los deseos de un moribundo”, el sí sube al 61% o al 68% y el no baja hasta el 35% o el 27%.
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